
Una de las anécdotas más conocidas del gran Miguel de Unamuno tiene que ver con su nivel del inglés. Según parece, Unamuno daba una conferencia en la Universidad de Salamanca sobre William Shakespeare. Ante un auditorio lleno, comenzó a dar la charla pronunciando Shakespeare tal y como se pronunciaría en castellano (shaquespeare), algunos de los allí presentes rieron por lo bajo la pronunciación del escritor.
Unamuno continuó la conferencia, sin embargo, volvió a pronunciar «shaquespeare» poco después. Ante la repetición de esas risitas burlonas por parte de los oyentes, Unamuno hizo un inciso «ya que tienen ustedes un gran nivel de inglés, continuaré el resto de la charla en dicho idioma«. Unamuno continuó dando la charla sobre Shakespeare en un perfecto inglés, haciendo que muchos de los asistentes se tuvieran que ir (avergonzados, supongo) porque no sabían absolutamente nada de inglés.
Hay varias referencias que hablan de esta anécdota, sin embargo, en esta entrevista a su nieto, Pablo de Unamuno lo desmiente. La que sí confirma es la siguiente anécdota de su abuelo con el rey Alfonso XIII:
En una recepción real, Alfonso XIII distinguió a Miguel de Unamuno con La Gran Cruz de Alfonso XII*. Unamuno, al recibirla, agradeció al rey la distinción «Me siento muy orgulloso de esta distinción que me concede y que verdaderamente merezco«. El rey, asombrado, le contestó «vaya, normalmente los premiados me suelen decir que no son merecedores de este premio«. Unamuno volvió a contestar «es que, efectivamente, los otros premiados no lo merecían«.
Dedicado a mi tío Tomás, que me lee desde Valencia, por contarme la primera anécdota hace ya varios años.
*Actualmente este premio recibe el nombre de La Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.
Foto: Agence de presse Meurisse [Public domain or Public domain], via Wikimedia Commons